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Higienismo

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Historia
 

El Higienismo, en realidad proviene de tiempos remotos, desde la existencia del ser Humano, ya que forma parte de las Leyes Biológicas y Cósmicas inherentes a cada partícula, a cada organismo, a cada ser vivo. 

Cuando oí por primera vez la palabra Higienismo o higiene natural pensé que me iban a informar de las normas básicas del aseo corporal y los productos necesarios para tal fin. Me equivoqué. La palabra natural alude a un proceso no obstaculizado por fuerzas artificiales. La palabra higiene significa limpieza y viene de la palabra griega
«higía» que en mitología es una de las hijas del dios Asclepio. 

Asclepio es el héroe y el dios de la Medicina. Fue confiado , por su padre Apolo, al centauro Quirón, quien le enseñó la medicina. El culto a Asclepio se estableció principalmente en Epidauro, donde se desarrolló una verdadera escuela de medicina. Este arte era practicado por sus descendientes o también llamados Asclepíadas. Entre ellos el más célebre fue el famoso médico griego Hipócrates considerado el padre de la Medicina. 

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Asclepio es el héroe y el dios de la Medicina. Fue confiado , por su padre Apolo, al centauro Quirón, quien le enseñó la medicina. El culto a Asclepio se estableció principalmente en Epidauro, donde se desarrolló una verdadera escuela de medicina. Este arte era practicado por sus descendientes o también llamados Asclepíadas. Entre ellos el más célebre fue el famoso médico griego Hipócrates considerado el padre de la Medicina. 

La Higiene Natural se trata de una disciplina cuya historia se remonta a la antigua Grecia con Hipócrates, cuatrocientos años antes de Cristo. Hipócrates estudió en Egipto y la India. Enseñaba que, sobre todo, hay que dar al organismo la posibilidad de defenderse porque la naturaleza sabe elaborar sus propias defensas y que si existe desorden en una parte del cuerpo, todo el organismo se encuentra perturbado por lo que es necesario restablecer la armonía general, y parte afectada será curada por el propio cuerpo. Aconsejaba a sus pacientes y alumnos medios naturales como baños, exposición al sol, reposo, ayuno, purificación, alimentación natural, etc. 

Hipócrates es considerado el padre de la Medicina, sin embargo, la mayoría de los médicos convencionales de hoy en día se han alejado tanto, tanto, de la verdadera y original medicina que nunca considerarán los consejos sabios y sanos de este célebre e inmortal médico griego.

Por aquellos tiempos, el sabio filósofo griego
Platón (428-347 a. C.), también tenía pensamientos higienistas

"Si interrumpimos la determinada duración de las enfermedades, si intervenimos con medicamentos irritantes, entonces ocurre que las enfermedades de poca importancia se convierten en enfermedades graves y que su número, al principio pequeño, se vuelve muy grande." 

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El Higienismo, también llamado Higiene Natural, tuvo su despertar en el año 1822 cuando el doctor Isaac Jennings, que tenía una consulta médica en Derby, Connecticut, (EE.UU.), perdió toda esperanza en los fármacos. Durante su dilatada carrera profesional como médico observó con dolor como sus pacientes empeoraban con los fármacos que les suministraba. Muchos de estos pacientes se convertían en enfermos crónicos, mientras que otros llegaban incluso a morir. Su anhelo por ayudar a sus prójimos era verdaderamente incomiable. 

El doctor Jennings observó que los médicos, al envejecer, recetaban menos fármacos. Hizo igual que sus compañeros y descubrió como la disminución de fármacos coincidía perfectamente con la
mejoría de los pacientes. A partir de ese momento cesó de recetar medicamentos, una decisión que dio como resultados verdaderos milagros. 

Cuando los pacientes llegaban con problemas a la consulta del doctor Jennings, éste les repartía píldoras de colores y agua tintada, junto a unas estrictas instrucciones para su uso, al igual que hacían sus compañeros con los fármacos. Sin embargo, existía una pequeña diferencia, ya que en el caso del doctor Jennings, su receta fue la de lanzar al mundo un gran movimiento en pos de la salud y una ciencia que se encontraba en sus inicios. En
1822, a la edad de treinta y cuatro años, entregó a sus pacientes placebos y les indicó que los tomara con un vaso de agua a unas horas específicas del día. Sus indicaciones decían que no podían tomar ningún alimento, puesto que si lo hacían, las píldoras no funcionarían. Les pidió que lo hicieran durante unos días y que pasado este tiempo volvieran para someterse a una revisión. Una vez que el doctor realizaba su revisión a los pacientes, éstos podían terminar sus régimen, o bien continuar durante «algunos días más». 

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Con la nueva estrategia iniciada por el doctor Jennings, sus pacientes comenzaron a mejorar. Mientras que éstos se recuperaban y prosperaban, los pacientes de los otros médicos iban llenando los nichos de los cementerios. Los enfermos comenzaron a acudir a él desde todos los lugares. 

El éxito que consiguió el
doctor Jennings a través de sus sistema de «no medicación» sorprendió por igual a sus pacientes, a sus colegas y a sí mismo. De forma inteligente, no reveló sus «secretos», sino que comenzó a buscar las bases que lo habían hecho posible. Denominó a sus tratamientos el método de «no hacer nada», mientras que confesó que se basaba en la administración de unas píldoras cuya composición era desconocida. Llegaron a considerarse como pastillas con mágicos poderes curativos.... 

 

A partir de este inicio poco propicio, comenzó a elaborar unas cuantas reglas basándolas en sus observaciones y experiencias. Al sistema que surgió del empleo de estas reglas, lo denominó «ortopatía» o inclinación correcta. Formuló muchas de las «leyes» de la vida y denominó a algunas de ellas como aparecen a continuación: 

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  • Las leyes de la acción y el reposo, es decir la necesidad para la actividad y el descanso (dormir). 
     

  • La ley de la economía, que surgió a partir de la observación que realizó a la forma en que el cuerpo humano controla sus energías vitales. 
     

  • La ley de la distribución fisiológica, es decir, cómo el cuerpo suministra a todos sus órganos y facultades de forma adecuada. 
     

  • La ley de la estimulación, cómo el cuerpo acelera sus actividades fisiológicas hasta alcanzar un nivel frenético cuando se introduce una sustancia tóxica. 
     

  • La ley de la acomodación, cómo el cuerpo se adapta a las sustancias tóxicas disminuyendo su resistencia vital y protegiéndose de los efectos nocivos de las toxinas. El cuerpo crea de forma gradual un mecanismo de defensa, parecido a un ejército, que actúa como barrera defensora de los ataques cuando es necesario. 
     

  • La ley de la limitación, es decir, la conservación de las energías vitales. 
     

  • La ley del equilibrio, esto es, la revitalización de las partes y facultades más debilitadas cuando un organismo enfermo se ha recuperado.

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El doctor Jennings observó que la enfermedad no surgía como un ataque iniciado por algún ente maligno, sino que se trataba de una disminución de la energía vital o que ésta energía se proyectaba para la culminación de otras finalidades. Desde este nuevo punto de vista, afirmó que el causante de la enfermedad no era otra cosa que la reducción del suministro energético del cuerpo. Sus planteamientos eran correctos, sin embargo la ausencia de seguidores que construyeran sobre los pilares que había colocado, los dejó incompletos.

 

Pese a ello, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el doctor Jennings debe considerarse como el padre del Higienismo o Higiene natural, puesto que fue el primero en intentar elaborar un estudio sistemático de la fisiología de la salud y la enfermedad. 

El segundo gran maestro del Higienismo es Sylvester Graham. Nació en el año 1794, seis años después el doctor Jennings. Durante su niñez, fue un chico bastante débil. Su obsesión por convertirse en una persona sana le llevó a estudiar todo lo relacionado con la salud, convirtiéndose en todo un experto en anatomía y fisiología. Antes de saltar a la escena de la salud, destacó como pastor presbiteriano.

 

En el año 1830 y con motivo de la campaña antialcohólica, dio una conferencia en Filadelfia (EE.UU.) sobre los males fisiológicos del alcohol. Su efectividad sobre grandes audiencias era sorprendente, debido principalmente a su carácter violento. En Filadelfia demostró todos sus conocimientos sobre fisiología y salud y se puso al tanto de las enseñanzas promulgadas por un grupo de «vegetarianos» que se abstenían de comer comida animal o productos elaborados por los medios actuales. Este grupo, que basaba sus formas de vidas en los mandatos bíblicos, se hacía llamar Iglesia Cristiana de la Biblia. 

Sylvester saltó a la fama durante la gran «epidemia» del cólera en el año 1832. Literalmente tuvo que enfrentarse contra todo el colectivo médico de la ciudad de Nueva York y contra los intereses que apoyaban el sistema médico. Mientras los médicos aconsejaban a sus pacientes que se abstuvieran de ingerir fruta y que cocinaran toda su comida, el doctor Graham pedía una y otra vez que se consumieran frutas en su estado natural. También defendía, entre otras medidas sanas que atentaban contra las enseñanzas médicas, que se abrieran las ventanas, para dejar entrar la luz del sol y el aire fresco. Es preciso señalar que aquellos que cumplieron las recomendaciones del doctor Graham no sufrieron la epidemia del cólera, mientras que los que siguieron las órdenes médicas murieron masivamente

Su fama como conferenciante sobre la salud tuvo su punto culminante en 1832 y, más que ninguna otra persona, supuso un gran avance para el Higienismo. Las solicitudes para que asistiera a una y otra conferencia llegaban de todos los lugares de la costa este. A sus conferencias siempre acudían miles de personas, que se agolpaban para escucharlo atentamente durante horas, en busca de una salvación de la enfermedad y lograr una vida sana

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Las conferencias y los estudios del doctor Sylvester Graham llegaron a ser tan efectivos que empezaron a surgir libros y revistas presentando el «sistema Graham». También comenzaron a florecer las primeras tiendas donde se vendían los alimentos sanos que recomendaba en sus conferencias. Del mismo modo, también surgieron los primeros restaurantes y comodidades vitales para todo aquel que siguiera su sistema. Su nombre se convirtió en sinónimo de dieta higiénica y vida higiénica. 

Mientras que el doctor Isaac Jennings investigó la salud y la sanación desde la perspectiva de la asistencia a las personas para recuperar la salud, el doctor Sylvester Graham fue el instrumento que enseñó los pilares básicos de la vida sana para que los individuos no enfermaran. 

Durante la década de 1840 surgió otro de los grandes genios que ha producido el movimiento, el doctor Russell Thacker Trall, uniéndose de esta forma al doctor Graham y al doctor Jennings. La suya era una mente activa y metódica que nunca cejó en el intento de buscar las bases científicas y racionales de los hallazgos y conceptos desarrollados por sus antecesores. De esta forma logró convertir el sistema higiénico en un modelo que podía retar con toda seguridad al sistema médico.

 

En 1863, el doctor Trall pronunció una conferencia en el Smithsonian Institute para algunas de las personalidades más destacadas del país. El título de la conferencia, que provocó durante todo el tiempo un murmureo en la sala, era El verdadero arte de sanación. El doctor Trall debe considerarse como el verdadero precursor del famoso reto que, pese a que a menudo se realiza, ningún médico ha aceptado hasta la fecha. Este reto consta de las siguientes dos premisas: 


 

  • 1. El sistema médico es completamente falso, puesto que es una filosofía ficticia, considerada una ciencia absurda que se encuentra en oposición con los principios naturales y el sentido común, con unos resultados desastrosos y supone una maldición para la humanidad. 
     

  • 2. El sistema higiénico es verdadero, puesto que se encuentra en armonía con la naturaleza y con los principios de la existencia orgánica vital, correcta en la ciencia, se considera una filosofía firme, de acuerdo con el sentido común, con unos resultados sorprendentes y supone una bendición para la humanidad.



Este nuevo sistema de salud no realiza ninguna discriminación a la mujer, sino que la estimula para que participe en el movimiento con las mismas condiciones que los hombres. En este movimiento se encuentran mujeres tan notables como Florence Nightingale, Mary Gove, Harriet Austin, Susanna May Dodds, Ellen White (luz guiadora de los Adventistas del Séptimo Día) y Louisa May Alcott, famosa autora cuyo hermano se convirtió en doctor en medicina y posteriormente en profesional higiénico. 

Durante la década de 1870 la profesión médica adoptó la teoría del germen pasteuriana con gran pasión. La gente consideraba mucho más fácil culpar de sus problemas a unas pequeñas bestias que a sus propios hábitos de vida. No importaba cómo vivieran o qué hábitos tuvieran, nunca eran culpables de su estado. La teoría del germen los convirtió en víctimas desafortunadas de unas entidades malévolas sobre las que apenas podían ejercer un pequeño control. 

La llegada y aceptación de la «era del germen» coincidió con el declive del Higienismo. Pese a que su filosofía todavía permanece con vida y son muchos los adeptos que la siguen, la verdad es que ha experimentado un importante retroceso en nuestra sociedad. En la actualidad, el número de personas que ejercitan el Higienismo en sus propias vidas ha aumentado, aunque sólo existen unos miles de higienistas devotos. 

La recuperación del Higienismo durante la década de 1920 se debe principalmente a los esfuerzos que en su día realizaran Bernarr McFadden y el doctor Herbert M. Shelton. Aunque durante los primeros años del siglo surgieron higienistas bastantes importantes como Hereward Carrington, Otto Carque, John H. Tilden y Linda Burfiel Hazzard, el doctor Shelton se convirtió en la voz más importante y conocida del Higienismo, gracias principalmente a la publicación de su libro inmortal Human Life, Its Philosophy and Laws (La vida humana, su filosofía y leyes) en 1927. Pese a que el doctor Shelton construyó sobre los pilares de sus antecesores, el volumen de literatura que escribió con sus nuevos hallazgos y pensamientos fue tan grande que no existe otra persona que haya contribuido tanto a la ciencia y arte de la vida sana.

 

El Dr. Shelton trabajó en su Escuela de la Salud entre 1928 a 1981 y supervisó más de 40.000 ayunos. Escribió más de 40 libros inmortales. Se le considera la mayor autoridad de la Higiene Natural del siglo veinte.

 

El Dr. Tilden escribe en 1926 su obra maestra “Toxemia explicada”, en donde identifica a la toxemia como la única causa de la enfermedad. Unidos a estos higienistas ilustres años después vinieron la Dra. Virginia Vetrano que en la actualidad es una de las autoridades higienistas más importantes del mundo. En la década de los setenta el célebre higienista T.C.Fry fundó el primer Instituto de la Higiene Natural "American College of Health Sciencie", donde las personas podían estudiar y graduarse. Elaboró junto a otros colaboradores el curso higienista más importante del mundo. 

En 1984 los higienistas Harvey y Marilyn Diamond, alumnos también de Fry, escriben el libro Fit for Life (en España conocido por "La Antidieta") que se convierte en el libro más vendido sobre la salud de todos los tiempos con más de veinte millones de ejemplares vendidos. 

En la actualidad el Higienismo se ha difundido por todo el mundo y la practican, personas que disfrutan de una vida larga, sana y libre de enfermedades. En América existe la Sociedad Americana de Higiene Natural; en Canadá, en Francia, en Inglaterra , en Australia, etc. En España se fundó la asociación Puertas Abiertas a la Nueva Era, cuya filosofía es higienista.

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Dr isaac jennings. Higienismo
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Image by The New York Public Library
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